sábado, 11 de diciembre de 2010

Encuentra Aca La Enseñanza Despues Del Domingo


Tiempos de reforma

Texto
2Cronicas 33.21-25
21. De veintidós años era Amón cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en Jerusalén.
22. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre; porque ofreció sacrificios y sirvió a todos los ídolos que su padre Manasés había hecho.
23. Pero nunca se humilló delante de Jehová, como se humilló Manasés su padre; antes bien aumentó el pecado.
24. Y conspiraron contra él sus siervos, y lo mataron en su casa.
25. Mas el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón; y el pueblo de la tierra puso por rey en su lugar a Josías su hijo.

Introducción

El rey Salomón habló de los tiempos de la siguiente manera:

Eclesiastés 3.1-2; 14-15

1. Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
2. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado.

14. He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
15. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
¡Todo tiene su tiempo! Tiempo para nacer y tiempo para morir. Tiempo para plantar y tiempo para recoger el fruto.

Definimos tiempo con dos connotaciones en griego: Cronos y kairos.
Cronos es una fecha determinada, una ocasión fija.

Kairos es un tiempo exacto. Sazón, tiempo apropiado.

En nuestras vidas hay tiempos cronos y tiempos kairos.

Los cronos determinan la fecha de nacimiento, el día especial que queda en nuestro calendario. Esos momentos que quedan registrados y además son importantes.

Pero también tenemos esos tiempos kairos, el momento que estamos esperando que algo suceda. El nacimiento de un hijo, el día de titulación, el primer empleo.

El sabio dice que lo que Dios hace es perpetuo, para siempre, eterno, indestructible. Nadie le puede añadir, ni le puede quitar, porque lo que Dios hace es perfecto y lo hace para que las personas crean que él es Dios.
Frecuentemente Dios hace que aquellas cosas que se destruyeron o se distorsionaron de su perfección sean restauradas.

¿De qué se tratan los tiempos de reforma?

En primer lugar debemos de entender de qué se trata una reforma.

El diccionario define el término como la modificación de una cosa con el fin de mejorarla.

Lo entendemos de esta manera. Dios ha hecho cosas hermosas en el tiempo kairos. Todo lo ha hecho hermoso. Dios siempre ha planeado nuestro destino como lo más hermoso. Pero en el camino las cosas se han distorsionado.

El matrimonio no camina en los planes de Dios, entonces entramos en una reforma para modificarlo hasta que sea exitoso.

Cuando nuestras finanzas no están siendo prosperadas, entonces debemos hacer reformas para que tengamos la prosperidad que Dios ha preparado para nosotros. Si nuestra vida está en derrota, empezamos tiempos de reforma para convertirnos en personas en victoria.

¡Son tiempos de reforma!

Vamos a tomar el ejemplo de Josías para entender de qué se tratan las reformas.
Josías es un rey que toma un reino en derrota. El padre de Josías, el rey Amón deja una nación con problemas graves de rebeldía, idolatría y un camino torcido. Esto había provocado una decadencia en el país.

Josías tenía solo ocho años de edad cuando recibe el reino de su padre.

2Crónicas 34.1-2
1. De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén.
2. Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda.

¡Josías toma un reino destruido y lo lleva a ser un reino próspero y poderoso!
Algo hizo Josías para logar esto y nosotros podemos aprender de ello. Así que es el momento de tomar la historia de este gran rey para aprender de los TIEMPOS DE REFORMA.

En este primer capítulo trataremos con una revisión total de la historia. En los siguientes trataremos con cada reforma de una manera individual.

¿Qué hizo Josías? ¿Cuáles fueron las reformas en que trabajó?

1. Rompimiento (34.3)
2. Finanzas (34.9)
3. Reparación de la casa (34.10)
4. La revelación de la palabra (34.14)
5. Temor a Dios (33.19)
6. La autoridad (34.29)
7. Pactos (34.31)
8. La comunión (35.1)
9. La presencia de Dios (35.3)
10. La familia (35.4)
11. El ministerio (35.10)
12. Adoración y alabanza (35.15)

Parte I. Reforma del rompimiento

Estamos hablando de los planes de Dios para nuestra vida, casa, familia, empresa, del tiempo kairos para escribir nuevas y maravillosas historias, para regresar a los diseños perfectos de Dios para sus hijos.

El Padre ha decidido hacer descender los diseños que tiene para nosotros, pero es necesario hacer las reformas necesarias para arrebatar lo que Dios tiene para nosotros.

Las reformas inician en un rompimiento de nuestra historia, en el momento que determinamos dar un giro total a lo que hemos venido haciendo. Es necesario hacer aquello que nunca hemos hecho para ver lo que nunca hemos visto.

Josías decidió tomar el diseño de Dios para su vida, ser rey de Israel. Solo ocho años y ya entendía que Dios tenía un mapa de su vida futura. Cada uno de nosotros tiene un mapa que el Padre ha diseñado para seamos más que vencedores en esta vida. Proféticamente seguimos escuchando la voz de Dios: El reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan (Mateo 11.12).

El reino de Dios es para personas violentas que deciden arrebatar con violencia lo que el Padre ha diseñado para nosotros. Josías entendió lo que el Padre estaba poniendo en sus manos y siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre (2Crónicas 34.3). Ahí empieza el rompimiento, en el momento que decidimos buscar a Dios con todo nuestro corazón.

A los doce años, cuatro años después entra en acción y comienza la reforma de rompimiento. La historia estaba a punto de cambiar. Josías subió a los montes, derrumbó las imágenes y los altares dedicados a los baales. La historia se estaba re-escribiendo para un país en un caos espiritual.

¡De esto se trata la reforma del rompimiento!
Es el momento en que decidimos tener un antes y un después, dejar atrás una historia triste y buscar una historia nueva que nos lleve a un éxito total.

El apóstol Pablo dijo: Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo (Filipenses 3.8), indicando que era necesario perder para ganar.

En el rompimiento decidimos perder para ganar.

Parte II. Reforma de las finanzas (34.9)
En el versículo nuevo observamos que Josías toma el dinero y lo usa para el servicio a Dios.

Esta es la reforma de las finanzas. Es el momento en que reflexionamos acerca del uso que estamos dando a nuestra economía.
¿Estamos haciendo uso de las finanzas como Dios lo indica?
¿Hemos creído a Dios en relación a la forma de hacer dinero de acuerdo a los principios de reino?
¿Estamos actuando con fe cuando decimos creer en las finanzas según Dios?
Podemos ver que el dinero estaba detenido, no estaba siendo usado, pero ahora Josías decide poner en marcha los principios de reino para el dinero.
Hemos enseñado que:

El diezmo prueba nuestra obediencia.

La ofrenda prueba nuestra generosidad.

Las primicias prueban nuestra confianza.

Los pactos prueban nuestra fe.

Parte III. Reforma de Reparación de la casa (34.10)

Hemos aprendido que lo físico es una imagen de lo espiritual. Lo que se ve se origina en lo que no se ve.
La casa de Dios, el templo estaba en serios problemas, destruido, y era necesario repararlo. La condición espiritual del país estaba en un completo caos y era reflejado en la condición del templo.

¡Sucede lo mismo con nosotros!
Lo espiritual se refleja en lo físico. He visto los autos sucios, las casas destruidas, mal pintadas, llenas de basura. ¿Por qué? ¡Porque es el reflejo de lo que se vive en lo espiritual!

Entré a la recamara de un joven, estaba totalmente desordenado, los calcetines por un lado, los libros por otro, zapatos en donde se pone las camisas, las camisas donde se ponen los libros, era un desorden completo. Esa era la representación total del corazón.

¡Es tiempo de la reforma de reparar la casa!

Hay que poner orden en nuestras vidas. ¡Dios ama el orden, aborrece el desorden! Haremos lo que esta de nuestra parte, el resto lo hará Dios.
Parte IV. Reforma de la revelación de la palabra (34.14)

Cuando nos esforzamos a poner orden en casa, Dios empezará a traer la revelación para entregarnos los diseños que traerán prosperidad. El escriba Safán llegó con el rey con una gran sorpresa: Yo he hallado el libro de la ley en la casa de Jehová.
Aquel libro había quedado escondido, oculto, la revelación de Dios se había quedado lejos de los corazones. Pero ahora, cuando Dios vio el corazón de sensible del rey decidió entregar el libro de las revelaciones del corazón de Dios para su pueblo.
Cuando decidimos poner orden, reparar nuestra casa, entonces Dios pondrá la revelación de su palabra en nuestros corazones.

El libro representa la revelación del Padre, sus deseos, sus sueños, sus diseños para nosotros.

La reforma de la palabra es sensibilizar nuestro corazón para escuchar a Dios. Es el momento en que Dios deja el silencio y abre su corazón para nosotros. Es el momento de abrir nuestros oídos espirituales y recibir la revelación de Dios.
La palabra rhema llenará nuestros corazones y nos traerá la dirección hacía la prosperidad total de nuestras vidas.

Parte V. Reforma del temor a Dios (33.19)

Cuando el rey escuchó las palabras de aquel libro, su corazón se enterneció, se humilló al recibir las palabras de Dios. Un temor vino a su vida por las palabras que escuchaba. Dios vio lo que sucedió con el rey al escuchar su voz reflejada en aquel libro. 26Por cuanto oíste las palabras del libro, 27y tu corazón se conmovió, y te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar y sobre sus moradores, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová (34.26-27).

¡La falta de temor a Dios hace que una persona pierda la vergüenza!
¡Cuando no hay temor de Dios no hay respeto para nadie, ni para sí mismo!
Necesitamos tener una reforma de temor a Dios. Cuando esta reforma llega, el corazón se enternece para obedecer a Dios. Hay una pasión renovada por estar ligado a los cosas de Dios, por obedecer su palabra, por vivir las leyes del reino.

El temor de Dios es diferente a miedo, el miedo nos mantiene a la defensiva, el temor nos acerca a Dios. El temor a Dios enternece el corazón, nos acerca a su presencia y nos ayuda a vivir apasionadamente por él y para él.
Parte VI. Reforma de la autoridad (34.29)
Josías entendió la importancia de la autoridad y re-estableció los ancianos que gobernaban la ciudad. Entonces el rey envió y reunió a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén (34.29). No solo los reunió para saludarlos, sino para compartir el diseño que Dios deseaba establecer en el reino.

Cuando hablamos de reformar la autoridad, estamos tratando con la obediencia y el sometimiento a personas a las que damos cuenta de nuestros actos. No tener autoridad es tener un corazón rebelde. La rebeldía es asociada como un pecado de adivinación.
¡Reformar la autoridad es someternos a las autoridades que vemos!

Si no podemos someternos a lo que vemos, menos podemos someternos a lo que no vemos. La biblia nos enseña que Moisés caminó como viendo al invisible. Esto sucede cuando estamos dispuestos a una obediencia ciega.

Ese es el liderazgo que Dios prospera.
¡Para que Dios nos da un diseño sino estamos dispuestos a obedecer! Dios puede tener la empresa más importante para nosotros, pero construir ese diseño es obedecer las indicaciones del maestro. Personas se me acercan y me piden un consejo, después le preguntan al vecino, al abuelo, y si el perrito hablara también le preguntarían. ¿Tiene esto algún sentido?

¡Reformar la autoridad es estar determinados a obedecer!

Parte VII. Reforma de pactos (34.31)

Los pactos con Dios se establecen en la operación de la fe. Caminamos basados en las promesas de Dios, luchamos por ellas y determinamos ligarnos a lo que él nos promete. La ciudad estaba hecha un caos a causa que los pactos se habían roto. Amón, el padre de Josías había hecho lo malo, su maldad había roto con los pactos con Dios, ahora era el momento de establecer la reforma de los pactos.

2Crónicas 34.31
Y estando el rey en pie en su sitio, hizo delante de Jehová pacto de caminar en pos de Jehová y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro.

Reformar los pactos es retomar el camino de la confianza con Dios. Es volver a creer en Dios y en sus promesas. Retomar el camino de la confianza de estar tomados de la mano del Padre.

¡Es la ruta de la fe!

Parte VIII. Reforma de la comunión (35.1)

Cuando los pactos se rompen, se destruye la comunión con Dios. Ahora viene el momento de la reforma de la comunión. Josías preparó una gran fiesta llamada la pascua. Esta era la fiesta más importante de las fiestas de los hebreos. Ahí se presentaban los sacrificios a Dios en agradecimiento por su amor eterno y para perdón de sus pecados.

¡La pascua re-establecía la comunión con el pueblo y Dios!
El sacrificio a Dios habla de nuestra generosidad. Cuando tenemos un corazón generoso nuestros sacrificios son abundantes. La historia cataloga esta pascua como la mejor que se haya organizado.
2Crónicas 35.18

Nunca fue celebrada una pascua como esta en Israel desde los días de Samuel el profeta; ni ningún rey de Israel celebró pascua tal como la que celebró el rey Josías, con los sacerdotes y levitas, y todo Judá e Israel, los que se hallaron allí, juntamente con los moradores de Jerusalén.

¿Por qué de la generosidad de Josías para celebrar la pascua de esta manera? Porque estaba re-estableciendo la comunión con Dios, porque había decidido hacer las cosas a la manera de Dios.

Debemos entender que una reforma lleva a la que sigue. No podemos ofrecer sacrificio a Dios sino hay temor en nuestro corazón. No podemos tener comunión con Dios sino tenemos la revelación de la palabra.

Parte IX. Reforma de la presencia de Dios (35.3)

La reforma de la presencia de Dios es representada en el arca del pacto. Y dijo a los levitas que enseñaban a todo Israel, y que estaban dedicados a Jehová: Poned el arca santa en la casa que edificó Salomón hijo de David, rey de Israel, para que no la carguéis más sobre los hombros. Ahora servid a Jehová vuestro Dios, y a su pueblo Israel.

Esta reforma viene después de que se ha restablecido la comunión, en el momento que nuestro corazón se ha dispuesto para obedecer las leyes del reino y caminar de la mano de nuestro Dios.

¡El arca del pacto es el símbolo de que Dios está ahí!

Debemos preguntarnos con frecuencia: ¿Está Dios aquí? ¿Hay algo por lo que Dios no está conmigo? Cuando el pueblo de Dios estaba viviendo como nómada en el desierto, Dios le ordenó a Moisés hacer un tabernáculo para habitar con su pueblo. Aquella tienda fue puesta en medio del campamento y el pueblo sabía que Dios estaba ahí.
Pero cuando el pueblo pecó, Dios le ordenó a Moisés sacar el tabernáculo fuera del campamento. Era un símbolo del enojo de Dios porque el pueblo menospreció su presencia en medio de ellos. Josías entendió que esto mismo había pasado con ellos y decidió hacer la reforma de la presencia de Dios para asegurar que Dios estuviera con ellos.

Parte X. Reforma de la familia (35.4)

Cuando la presencia de Dios no está en medio de nosotros, la familia es un desastre. He estado en casas donde solo al entrar se siente una presencia maligna. En ese lugar hay desorden familiar, división, caos, miseria y pobreza en todos sentidos.
La presencia de Dios provoca la reforma de la familia, aquello que no se puede arreglar en la familia lo hace la unción que trae la presencia de Dios. La gloria de Dios establecida empieza a reformar los roles de cada miembro de la familia. Preparaos según las familias de vuestros padres, por vuestros turnos, como lo ordenaron David rey de Israel y Salomón su hijo.

¡Preparaos!, estaba diciendo es tiempo de reformar la familia. No puedes aspirar a un ministerio sino has hecho que tu familia este en paz y viva de acuerdo a los principios de Dios. Las leyes del reino no funcionan cuando no hay temor a Dios para obedecer.

La reforma de la familia es que cada persona retome su rol de acuerdo a las leyes divinas, es cumplir con los mandamientos del Padre en relación al hogar. Es en ése instante que se abre un camino nuevo para la ver cumplidas las promesas de Dios en nuestros hogares.

Parte XI. Reforma del ministerio (35.10)
Cuando la familia está bien, estamos listos para aspirar al servicio a Dios. La reforma del ministerio trata con la involucración de nuestras vidas en el servicio a Dios de acuerdo a sus diseños para cada uno de nosotros. ¡Una reforma lleva a la otra!

Pregúntate, ¿Cómo está tu familia? ¿Puedes estar en este altar delante de Dios? Anhelar un ministerio significa que estés dispuesto a poner orden en todos sentidos. Es el momento apasionarnos por ser útiles en aquello que enriquece el reino de Dios.
2Crónicas 35.10

Preparado así el servicio, los sacerdotes se colocaron en sus puestos, y asimismo los levitas en sus turnos, conforme al mandamiento del rey.

Cuando todo estaba preparado, cuando las reformas estaban hechas, el joven rey Josías colocó a los sacerdotes en sus puestos. Esta era la reforma del ministerio, todo debería hacerse de acuerdo al mandamiento del rey.

Cada una de las reformas prepara el camino para que la gloria de Dios descienda. Cuando toda la familia se involucra en las cosas de Dios, cuando cada miembro de la familia ha entendido y practica su rol, las puertas del cielo se abren para ver la gloria de Dios manifestada de una manera poderosa.

Parte XII. Reforma de la adoración y alabanza (35.15)

Hemos pasado por cada una de las reformas, ahora nuestra alabanza y adoración será bien recibida por nuestro Dios. ¿Recuerdas que los hijos de Elí llevaron fuego extraño al altar de Dios? ¡Dios los mató porque no se agradó de su adoración! ¿Por qué? ¡Porque ellos estaban contaminados de pecado!

Josías entendió que era necesario traer la reforma de la adoración y alabanza, de acuerdo a los requisitos establecidos en la ley de Dios. Asimismo los cantores hijos de Asaf estaban en su puesto, conforme al mandamiento de David, de Asaf y de Hemán, y de Jedutún vidente del rey.

La alabanza y adoración es el sacrificio más importante a Dios. Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre (Hebreos 13.15). Esta adoración debe de salir de labios puros y santos para que sea agradable para Dios. Nuestra alabanza es como incienso que sube hasta la presencia de Dios y debe de ser hecha con santidad y pureza.
Cuando hemos pasado por todas las reformas, estamos listos para dar la adoración más linda y hermosa a nuestro Dios.

Conclusión

Hemos visto que la historia del rey Josías es tan importante y podemos aprender de ella para reformar nuestra vida y llevarla a un alto nivel para arrebatar los diseños de Dios para nuestra casa.
Cada de una de estas reformas nos llevará a un nivel mayor y nuestra vida será agradable al Dios que servimos con excelencia.
¿Qué necesitamos?
¡Actitud! ¡Responsabilidad! ¡Determinación! ¡Acción! ¡Decisión! ¡Carácter! ¡Empecemos hoy!
Con amor Oscar Y Samy Vergara



Tiempos de reforma-Rompimiento

Texto
2Cronicas 34.3-7

3. A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas.
4. Y derribaron delante de él los altares de los baales, e hizo pedazos las imágenes del sol, que estaban puestas encima; despedazó también las imágenes de Asera, las esculturas y estatuas fundidas, y las desmenuzó, y esparció el polvo sobre los sepulcros de los que les habían ofrecido sacrificios.
5. Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus altares, y limpió a Judá y a Jerusalén.
6. Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón y hasta Neftalí, y en los lugares asolados alrededor.
7. Y cuando hubo derribado los altares y las imágenes de Asera, y quebrado y desmenuzado las esculturas, y destruido todos los ídolos por toda la tierra de Israel, volvió a Jerusalén.

Introducción

¿Qué hizo Josías? ¿Cuáles fueron las reformas en que trabajó? Estamos tratando con doce reformas de este gran rey de Israel. En este mensaje veremos la reforma del rompimiento (2Crónicas 34.3).

¡Un principio firme traerá un futuro poderoso!

Parece que esto lo sabía muy bien el joven rey Josías, así que se determinó iniciar con un primer escalón, limpiar la tierra de las maldiciones que su padre había dejado.

La reforma del rompimiento se refiere a romper con la historia, dar un giro que separe la historia en dos, antes y después de Cristo. Escribir las nuevas y maravillosas historias que darán un giro total a nuestra vida y los que nos rodean.
Romper significa a interrumpir algo que está en desarrollo o en continuidad. En esta reforma tratamos con interrumpir un mal camino para dar entrada a una nueva forma de vivir operando en las leyes del reino para ver cumplidas las promesas de Dios para nosotros.

En esta reforma de rompimiento estamos tratando con:

1. Limpiar las maldiciones del pasado
2. Sacar el anatema de nuestras casas
3. Provocar un antes y un después
4. Tener la actitud de mantenerse en el camino correcto

Parte I. Limpiar las maldiciones del pasado

¡Esto es lo que hizo Josías! Recordamos que el padre de Josías había dejado desolación y un país en caos porque había hecho lo malo delante de Dios.
2Crónicas 33.22
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre; porque ofreció sacrificios y sirvió a todos los ídolos que su padre Manasés había hecho.
¡Amón el padre de Josías provocó la ira de Dios a causa de los pecados cometidos!

La biblia dice acerca de las maldiciones:
Proverbios 26.2
Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa.
¡La maldición no viene sin causa!

Todas las cosas tienen un principio, vienen de algún lado. Dios visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que le aborrecen (Éxodo 20.5).

El diablo siempre va a aprovechar los pecados de nuestros antepasados para reclamar el derecho de maldecirnos. Nadie puede romper esas maldiciones, solo Jesús lo puede hacer porque el triunfó sobre las fuerzas del infierno.
Jeremías 23.10

Porque la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición la tierra está desierta.
La tierra estaba llena de adúlteros a causa de las maldiciones de la tierra, además la decadencia que el mismo pecado trajo sobre el país.

Romanos 1.21-23
21. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
22. Profesando ser sabios, se hicieron necios,
23. y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

¿Te das cuenta? A causa de que los ancestros no glorificaron a Dios, ni hubo agradecimiento, más bien, se evanecieron, su corazón se endureció y cambiaron la gloria de Dios por idolatría, Dios les entregó a un mente reprobada de tal manera que se convirtieron en otra Sodoma y Gomorra.

Debemos de romper las maldiciones de nuestros ancestros y provocar un cambio total a nuestra vida. Este es un asunto de eternidad, de ahí depende nuestra felicidad y prosperidad en esta tierra.

Parte II. Sacar el anatema de nuestras casas

¡Cuando hablamos de anatema estamos tratando con objetos malditos!
¿Recuerdas el caso de Acán?

Josué 6.18

Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis.
Cuando el pueblo de Dios iba a tomar a Jericó, Dios les ordenó no tocar nada de la ciudad porque las cosas que en ella estaba Dios lo consideraba como maldito. Dios le dice: No lo hagas para que no turbes a los demás.

Josué 7.1

Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel.
Sin embargo vemos que una persona no obedeció y cometió prevaricación en cuanto al anatema. Es decir, un hombre llamado Acán tomó algunos objetos que Dios consideraba como malditos. Esta desobediencia trajo la ira de Dios.
Como podemos ver, esto enredó a todo el pueblo. La ira no cayó sobre una persona, sino sobre todos. Esto sucede en nuestras vidas. A causa del pecado de una persona toda la familia puede ser afectada.

He visto como muchas personas guardan objetos en sus casas que Dios considera anatema. Objetos que a veces compramos en los tianguis, en los basares, que son dedicados a la idolatría o simplemente fueron usados en hechicería.
Frecuentemente veo personas con camisetas que traen imágenes, como calaveras, vampiros, ídolos, de tal manera que estos objetos no honran a Dios sino alimentan los demonios que traen ataduras a nuestras vidas y familia.

Podemos hablar de muchos objetos y dijes que compras en las calles, parecen indefensos pero en realidad para Dios son anatemas y debemos sacarlos de nuestra casa. Debemos ser claros que esa ropa, juguetes, que parecen lindos, pero en realidad no son agradables ni tampoco edifican nuestra vida.

¿Has oído hablar de algunos objetos de películas de Disney? ¿Sabías que algunos de ellos representan a ídolos homosexuales, que representan hechicería y violencia? Estos objetos son anatemas y debemos sacarlos de nuestras casas.

¡Saca el anatema de tu casa y lo traes a la congregación para destruirlo!

Parte III. Provocar un antes y un después

¡Nosotros somos responsables de provocar un antes y un después!

Frecuentemente escucho personas que están siempre esperando que otros les ayuden a salir de sus fracasos. Pero en realidad debemos entender que Dios nos ha dado el poder para lograrlo. Dios nos ha dado autoridad, unción, poder, para reprender toda obra maligna.

Josías no esperó que alguien viniera hacer su trabajo. El mismo caminó a los lugares altos, tomó la actitud correcta y se determinó a quitar esos altares que eran anatemas, los destruyó, los hizo pedazos. Josías provocó el antes y después porque tomó la actitud correcta.

Este joven rey fue una fuente de inspiración para todo el pueblo porque tomó la actitud correcta ante el anatema que le fue heredado por su padre Amón. Esto es lo mismo que debemos hacer nosotros. Tenemos todo lo necesario para actuar.

Cuando te damos aceite para ungir tu casa, debes hacerlo. Ahora estamos tratando con los hogares de pacto donde estamos orando media hora todos los días para unirnos en esta guerra contra los demonios que se han desatado sobre nuestra nación.

¡No podemos ser cautivos del diablo cuando sabemos que tenernos autoridad para ser libres!

¿Cómo puedo provocar un antes y un después? ¡Siendo un hacedor de la palabra!
Cuando sabemos que algo no está bien debemos tomar la actitud correcta para corregir el problema y tomar nuevos hábitos que glorifiquen a Dios.

Parte IV. Tener la actitud de mantenerse en el camino correcto
2Crónicas 34:3a
A los ocho años de su reinado siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre.

Para tener la actitud de mantenerte en el camino correcto y poder vivir una verdadera reforma de rompimiento tienes que amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, como se nos manda en Mateo 22.37.

Para ser un reformador como Josías y otros que han existido en el transcurso de la historia tenemos que amar a Dios sobre todas las cosas, permitamos que el Espíritu Santo cambie y ajuste nuestro modo de pensar. Permitamos que la luz de la escritura nos revele donde hemos adoptado pensamientos del mundo y luego reajustemos nuestra mente según los patrones bíblicos.

Juzguemos cada pensamiento o decisión con respecto a lo que es correcto o incorrecto en la sociedad por medio de una perspectiva bíblicamente enmarcada.
Recordemos que nuestra actitud determina nuestro futuro.

Conclusión
Finalmente quiero desafiarte a creer en este sentido. Estás frente a la posibilidad de un verdadero rompimiento en tu vida. Necesitas tener la actitud correcta para desafiar tu pasado, lo que te han heredado en hábitos malos, costumbres incorrectas, sacando del baúl de tu corazón aquello que sabes que es anatema, como es el rencor, amargura, pecados ocultos como pornografía, idolatría, y permitir al Espíritu Santo una limpieza total y profunda en tu corazón.
Hoy es el día que debería ser el más importante para ti, solo si decides ir a tu casa y sacar cada objeto que sabes que no le agrada a Dios, esas camisas con dibujos anatemas, esos objetos religiosos, saca de la recamara de tus hijos los juguetes que sabes que alimentan su mente hacia la violencia y otras cosas. Es el momento de actuar con determinación con respecto a este asunto de la reforma del rompimiento.
¡Entra en este proceso hoy, porque en el hoy edificamos nuestro mañana!

Con amor Oscar y Samy Vergara



Tiempos de reforma-Finanzas

Texto
2Cronicas 34.9
Vinieron éstos al sumo sacerdote Hilcías, y dieron el dinero que había sido traído a la casa de Jehová, que los levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Efraín y de todo el remanente de Israel, de todo Judá y Benjamín, y de los habitantes de Jerusalén.

Introducción

¡Seguimos con los tiempos de reforma! Ahora trataremos con la reforma de las finanzas. Vemos la actitud determinada del rey para hacer los cambios necesarios para que las finanzas fuesen restauradas para beneficio del reino.

La escritura dice en el versículo ocho que Josías mandó reparar el templo de Dios, para esto necesitaba finanzas. El versículo diez dice claramente como fue usado el dinero recabado. Y lo entregaron en mano de los que hacían la obra, que eran mayordomos en la casa de Jehová, los cuales lo daban a los que hacían la obra y trabajaban en la casa de Jehová, para reparar y restaurar el templo.

El templo no podría ser reparado sino había una reforma financiera en el pueblo de Dios. Esta reforma trata de hacer aquello que sea necesario para que las finanzas lleguen al pueblo de Dios y enseguida sean usadas en el avance del reino.

La reforma de las finanzas trata con tomar las promesas que Papá tiene para nosotros sus hijos. Así que hoy vamos a tratar con los puntos necesarios para arrebatar estas promesas acerca de las finanzas. Estas reformas abrirán los cielos para que descienda la gloria de Dios sobre nuestras vidas.

La reforma de las finanzas trata con:

1. Cambiar la mente para creer las promesas
2. Quitar los estorbos
3. El poder de la obediencia
4. Hablando bendición

¿Qué nos promete Dios acerca de lo material? La declaración de Job solo es un pequeño ejemplo. Tendrás más oro que tierra, Y como piedras de arroyos oro de Ofir (Job 22.24).

Aunque esta declaración de Job nos deja claro el deseo de Dios, el apóstol Pablo lo explica de esta manera.

Efesios 3.14-21
14. Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
15. de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,
16. para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
17. para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
18. seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
19. y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
20. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
21. a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

En este pasaje está más que claro cuál es el deseo de Dios para nosotros. ¿Qué nos dará conforme a las riquezas de su gloria?

1. El ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. Esto nos habla de la sanidad interior, el dejar esa vieja naturaleza y ser mejores personas por medio de la labor del Espíritu Santo en nosotros.
2. Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones. Somos ricos cuando YA tenemos a Cristo en nuestros corazones y somos capaces de entender que su plan es que reinemos en esta tierra.
3. Para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. ¿Qué es la plenitud de Dios? ¡Todo lo que Dios es y Dios tiene!
4. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. ¿Qué Dios desea darnos? ¡Más de lo que pedimos o entendemos!

¿Cuál es el propósito de todo esto? Dios desea que sus hijos reinen sobre todas las cosas en esta tierra y seamos prosperados, para que él mismo reciba la gloria por lo que hace por nosotros: ¡A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades!

Parte I. Cambiar la mente para creer las promesas

Creer las promesas no es sencillo. Es necesario cambiar la forma de pensar para poder tener acceso a las promesas de Dios. Nuestra mente regularmente está atada a una forma de pensar raquítica, pobre y distorsionada de la verdad. Por esto el apóstol recomienda:

Efesios 4.22-24
22. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
23. y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24. y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Hay tres recomendaciones del apóstol en este pasaje:

1. Despojaos del viejo hombre.
2. Renovaos en el espíritu de nuestra mente.
3. Vestíos del nuevo hombre.

Las tres recomendaciones tratan de reformar, restaurar, renovarnos como seres humanos, y este es el primer desafío en la reforma de las finanzas.
Este viejo hombre, con su naturaleza antigua está viciado de deseos malos y engañosos que necesitan ser destruidos, para dar oportunidad a nuevos hábitos, nuevas ideas, nuevas formas de pensar y actuar. La mente engañosa no puede creer plenamente las promesas de Dios en relación a las finanzas.

La ignorancia es una de las armas que más usa el enemigo para mantener a los hijos de Dios atados a la miseria y pobreza. Esas tinieblas llenan la mente y corazón de los hijos de Dios para que no vean TODO lo que papá tiene para sus hijos.

Esa naturaleza vieja está llena de conceptos humanos, mentiras, trampas, que detienen el arropar las verdades de Dios que hablan de prosperidad y abundancia.

El apóstol Pablo está recomendando que renovemos nuestro entendimiento. Esto trata con nuestra mente. Con lo que pensamos y con lo que esperamos de las promesas de Dios para nosotros. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él (Lucas 18.17).

Nuestra mente debe de ser como la de un niño que todo lo cree, todo lo espera. El reino no espera, pero para creerlo debemos tener la mente de un niño inocente.
¡Creer no es sencillo cuando tenemos tantas ataduras mentales! Por esto debemos de ponernos las nuevas vestiduras, que trae consigo una nueva mentalidad, nuevos hábitos, ideas renovadoras que nos llevaran a tomar las promesas de Dios como toda una realidad.

¿Podemos creer lo que dice el apóstol Juan?

3Juan 2
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

El hombre viejo con su naturaleza raquítica no entenderá esta declaración porque trata con nuestro ser tripartita. Espíritu, alma y cuerpo.
La prosperidad en todas las cosas habla de lo material que Dios desea darnos. Esto habla del cuerpo que lo disfruta.

La salud en nuestro espíritu, la salvación, la paz y tranquilidad que la presencia de Dios nos brinda por medio de Jesucristo.

La prosperidad en el alma es la tranquilidad que da el vivir sin heridas en el corazón.
¿Podemos creer que es
te es el deseo de Dios para nosotros? ¿Podemos creer que YA somos bendecidos? Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1.3).
¡Esta es la realidad! Cuando Dios nos creó en el vientre de nuestra madre, YA estamos predestinados para ser prosperados.

Parte II. Quitar los estorbos

Hablar de estorbos es hablar de un río detenido. Siempre que la biblia habla de Dios, la visión de un Dios abundante. Nunca nos presenta un Dios fracasado, pobre o miserable. Jamás las santas escrituras nos dan la idea de un Dios que no sabe bendecir, sino todo lo contrario, él invierte todo lo necesario para que nosotros sus hijos seamos prosperados.

¿Cómo podemos aprender todo esto cuando tenemos estorbos?
¡No solo la manera de pensar es un estorbo! Los malos hábitos, la mala organización, las herencias malditas de nuestros ancestros, son estorbos que detienen las bendiciones de Dios.

¿Podemos identificar esos estorbos de una manera clara?
Estorbos en la relación de la familia

1Pedro 3.7
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

La condición del corazón, amargura, resentimientos, envidias

Hebreos 12.15
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.
Iniquidades, pecados, cosas ocultas, hechicería

Jeremías 5.25
Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados apartaron de vosotros el bien.

Las maldiciones

Proverbios 26.2
Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa.

Recibir las promesas de Dios no es nada sencillo cuando las motivaciones del corazón están ubicadas de una manera incorrecta.

Deuteronomio 8.11-18
11. Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;
12. no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,
13. y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;
14. y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;
15. que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal;
16. que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;
17. y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
18. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

En este pasaje Dios nos apercibe de las motivaciones y las inclinaciones de nuestro corazón. Debemos enfocar correctamente lo que pensamos o deseamos, de donde proviene la abundancia que Papá pone en nuestras manos y darle la gloria solo a él.

1Timoteo 6.10
Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

¡El problema no es el dinero, sino el amor al dinero!

Parte III. El poder de la obediencia

Afortunadamente para nosotros, la prosperidad está totalmente condicionada a los principios y leyes del reino. Esto nos ayuda a mantenernos en una relación íntima con nuestro amado Salvador y no perder el piso o desviarnos hacia otros propósitos cuando la prosperidad toca las puertas de nuestra vida.

¡La prosperidad está condicionada a la obediencia!
Dios le habla a su pueblo y le dice: Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy…. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas.
¡Dios condiciona las riquezas a que el pueblo no se olvide de él!

Por lo regular cuando Dios habla de la bendición de la prosperidad define una condición para que la recibamos. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. De nuevo esta prosperidad más allá de lo que pedimos o pensamos está condicionada al poder que actúa en nosotros.

Este poder se relaciona directamente con: ¡La obediencia de sus mandamientos!
La biblia está llena de promesas de prosperidad y abundancia, pero siempre se basa en la obediencia de un principio o ley del reino.

Lucas 6.38
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

¿Cuál es la promesa de prosperidad? ¡Medida buena, apretada, remecida, rebosando! Pero esta promesa está condicionada en ¡DAD! Si no obedecemos el principio del dar, que es una ley de reino, no tenemos acceso a la promesa de recibir esa medida buena, apretada, remecida, rebosando.

¿Dónde está la clave? ¡En la obediencia del dar!

¿Cómo podemos hacer frente a los estorbos de la bendición? ¡En la obediencia a los principios del reino!

Parte IV. Hablando bendición

¡Cuando renovamos nuestro entendimiento también nuestra forma de hablar será cambiada! La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos (Proverbios 18.21). ¡El que ama la lengua comerá de su fruto para bien o para mal!

Este poder de la declaración hablada puede ser de mucha bendición y asegura nuestra prosperidad en todos sentidos. Dios le dice al profeta Jeremías:

Jeremías 1.9-10
9. Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
10. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

Dios puso SU PALABRA en la boca del profeta para darle un poder increíble. El poder creativo de Dios estaba en la boca del profeta. Este mismo poder que produce un efecto lo físico esta en nosotros. De esto hablada el apóstol Pablo cuando declaro: Según el poder que actúa en nosotros.

El apóstol Pablo entendió que todo lo que sale de nuestra boca tiene un poder creativo que provoca cambios alrededor nuestro, por esto recomendó a la iglesia de Éfeso:

Efesios 5.15-20
15. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
16. aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
17. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
18. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
19. hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
20. dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

¡Qué recomendación tan poderosa! ¿Cómo podemos desatar el poder que actúa en nosotros?

1. No como necios sino como sabios.
2. Aprovechando bien el tiempo.
3. No ser insensatos, sino entendidos de la voluntad de Dios.
4. No debemos embriagarnos con vino, sino ser llenos del Espíritu Santo.
5. HABLANDO en salmos, con himnos y cantos espirituales.
6. CANTANDO y alabando al Señor en nuestros corazones.
7. Dando GRACIAS anticipadas a Dios por todo lo que sabemos que recibiremos.

El poder de lo sale de nuestra boca afecta lo espiritual de una manera poderosa, el resultado de ese efecto espiritual lo veremos en lo físico.
Aprende a declarar siempre de una manera positiva.

¡Te invito a mi pobre casa! Tu casa siempre será pobre porque es lo que estás declarando.
¡Sube a mi pobre auto! Siempre tendrás un auto pobre.

El apóstol Pablo enseñó a la iglesia de Roma en Romanos 5.17 que estamos en esta tierra para reinar sobre todas las cosas incluyendo lo material y las finanzas. El rey Josías desarrolló una reforma de las finanzas porque sabía que era la única forma de reparar el templo de Dios.

El poder de la bendición hablada te dejará un camino listo para recibir la prosperidad que Papá desea poner en tus manos. El salmista dijo: Cantadle, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas (Salmos 105.2). ¿Qué debemos hablar? ¡De sus maravillas hechas y de las que hará!

Cuando la nación de Israel estaba pasando por un tiempo de crisis, Dios habla al profeta Habacuc y le dice: Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis (Habacuc 1.5). ¡El profeta tenía que creer en esta palabra que salía del corazón de Dios! Así que para asegurar su fe, Dios mismo le dice: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella (Habacuc 2.2).

¡Escribe! ¡Declárala! ¿Cuál era el propósito de Dios? ¡Asegurar la fe del profeta de que la promesa era una realidad!

Un niño de escasos 12 años mató a sus padres en USA. Cuando investigaron el caso descubrieron que minutos antes de aquel sangriento hecho, el niño había estado jugando con un juego violento en una computadora. Cuando el juego llegaba al último nivel, salía MATA con letras grandes y se escuchaba una voz que solo decía en 27 ocasiones MATA.

¡Al repetir la misma palabra por 27 ocasiones la mente se creyó lo que se está repitiendo! Este es el poder de lo que sale de nuestra boca. Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10.17). Al momento que repites esas palabras de bendición por tu boca, vas a creer lo que estás hablando. Esto repercute para bien o para mal.

¡Al momento de que HABLAS la palabra de Dios generas fe para creerla!
Si hablas cosas negativas eso vas a depositar en tu corazón y eso vas a creer. Si hablas aquello que deseas qué suceda eso sucederá. Esto es para beneficio para nosotros y para los que nos rodean. Una buena palabra lleva alegría a un corazón lleno de ansiedad y depresión. La congoja en el corazón del hombre lo abate; más la buena palabra lo alegra. Las palabras agradables producen en el alma tanta dulzura como salud física (Proverbios 12.25). Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos (Proverbios 16.24).

Dios creó la lengua, y nos advierte gráficamente con respecto a su poder constructivo y destructivo: Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad… es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición (Santiago 3.6, 8-10).

¿Por qué tiene la lengua un poder tan devastador? Porque expresa los pensamientos y los sentimientos del corazón, y nuestro corazón es orgulloso por naturaleza, siempre dispuesto a golpear a los demás. El hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca (Lucas 6:45).

Nos guste o no nos guste, nuestras palabras representan lo que nosotros somos en realidad. Son la expresión viviente del corazón de la persona, de la misma forma que Jesucristo es la expresión viviente de Dios Padre y se le llama LA PALABRA, EL VERBO. Por consiguiente, si Cristo, el Maestro de bendición habita en nosotros, y su Espíritu dirige nuestros pensamientos y sentimientos, nuestro corazón rebosará con el anhelo y el propósito que tiene el Señor de bendecir, ¡expresados con nuestras propias palabras!

Conclusión
¡Debemos entrar en una reforma de finanzas!

¿Cómo podemos entrar en esta reforma?

En primer lugar vamos a creer en estas promesas de prosperidad para nosotros.
En segundo lugar vamos a quitar los estorbos.
En tercer lugar vamos a ser obediente y asegurar cada promesa de prosperidad.
En cuarto lugar cambiar nuestro declarar esas promesas como un hecho para nosotros.

Con amor Oscar y Samy Vergara


Tiempos de la reparación de la casa
Texto
2Cronicas 34.10
Y lo entregaron en mano de los que hacían la obra, que eran mayordomos en la casa de Jehová, los cuales lo daban a los que hacían la obra y trabajaban en la casa de Jehová, para reparar y restaurar el templo.

Introducción
El rey Salomón habló de los tiempos de la siguiente manera:

Eclesiastés 3.1-2; 14-15
1. Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
2. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado.
14. He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
15. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
¡Todo tiene su tiempo! Tiempo para nacer y tiempo para morir. Tiempo para plantar y tiempo para recoger el fruto. Definimos tiempo con dos connotaciones en griego: Cronos y kairos.

Cronos es una fecha determinada, una ocasión fija. Kairos es un tiempo exacto. Sazón, tiempo apropiado.

En nuestras vidas hay tiempos cronos y tiempos kairos. Los cronos determinan la fecha de nacimiento, el día especial que queda en nuestro calendario. Esos momentos que quedan registrados y además son importantes.

Pero también tenemos esos tiempos kairos, el momento que estamos esperando que algo suceda. El nacimiento de un hijo, el día de titulación, el primer empleo.

El sabio dice que lo que Dios hace es perpetuo, para siempre, eterno, indestructible. Nadie le puede añadir, ni le puede quitar, porque lo que Dios hace es perfecto y lo hace para que las personas crean que él es Dios. Frecuentemente Dios hace que aquellas cosas que se destruyeron o se distorsionaron de su perfección sean restauradas.

¡Son tiempos de reforma! Y en este mensaje trataremos con la reforma de la reparación de la casa. El rey Josías entendió que era necesario atender lo más importante para su reino, la casa de Dios. Cuando hablamos de reparar la casa estamos tratando de alinear lo que nuestro entorno es a la perfecta voluntad de Dios.
Sabemos que lo físico siempre es la imagen de lo que existe en lo espiritual. Una casa desordenada expresa el desorden del corazón. Un lugar sucio expresa el alma sucia. ¡Dios ama el orden y aborrece el desorden! ¡Dios ama la pureza de alma, aborrece la suciedad!

Tratemos con algunos asuntos de la reparación de la casa.
1. El propósito de la casa
2. La reparación de la casa
3. La gloria postrera será mayor que la primera

Notemos que el propósito de la restauración de las finanzas estaba encausado a la restauración del templo. La casa de Dios debería ser restaurada para los fines que había sido levantado: La adoración a Dios.

La edificación de la casa de Dios no es una casualidad ni un deseo del ser humano, sino de Dios mismo, quien le pidió a Moisés que edificara un templo, shekan, donde Él habitara y tuviera comunión con su pueblo. Es aquí donde podemos ver la importancia de esta reforma. Había que restaurar la casa y el propósito de su existencia.

El templo tiene un propósito, Jesús lo demuestra en esta historia.
Juan 2.13-15

13. Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
14. y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.
15. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas.
Jesús tomó un azote de cuerdas y echó fuera del templo a todos lo que estaban haciendo de la casa de Dios un mercado con las ofrendas ofrecidas en sacrificio.

Aquello era inexplicable aún para sus seguidores, pero enseguida recordaron que la biblia declara: El celo de tu casa me consume (Ver. 17).

¡Creo que Josías fue animado por este mismo celo por la casa de Dios!
La pregunta es: ¿Existe este celo en nuestras vidas por la casa de Dios?
Los hechos del antiguo testamento es solo una luz para la venida del Mesías y su huella descrita en el nuevo testamento.

Moisés construyó una casa hecha de tela, madera, piedras preciosas, oro, plata. David construyó una tienda donde colocó el arca del pacto para darle adoración continua durante las 24 horas del día. Salomón le hizo un palacio a Dios. En el tiempo del sumo sacerdote Josué y el gobernador Zorobabel, se construyó un templo muy hermoso. Jesús vino a construir casas para Dios, templos de barro. El apóstol Pablo dice: ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? (1Corintios 3.16).

Estas casas para Dios construidas en el antiguo testamento apuntan a esta casa que Jesús estaría edificando en el nuevo testamento, casas de barro donde Dios estaría habitando. ¡Nosotros somos esas casas donde el Espíritu Santo habita!
¿De qué trata la reforma de Josías? ¡De reparar la casa de Dios!

Parte I. El propósito de la casa
¿Por qué Josías estaba tan interesado en esta reforma de repara la casa? ¡Porque el propósito de la casa no se podía cumplir por no tener las condiciones necesarias!
Para entender la reforma tenemos que entender primero el propósito de la casa.

1. Era un lugar donde Dios habitaría.
2. Era un lugar de adoración para Dios.
3. Era un lugar donde se presentaban los diferentes sacrificios para Dios.
4. Era un lugar para consultar a Dios.

¡Esta casa fue construida por instrucción de Dios para tener comunión con sus hijos! En realidad no fue un asunto del ser humano, no fue por decisión nuestra sino de Dios. El interés viene desde el cielo no de la tierra.
El templo tenía tres lugares principales, cada uno con un propósito.

1. El atrio donde se hacían los sacrificios.
2. El lugar santo donde se daba adoración.
3. El lugar santísimo donde habitaba Dios.

Este templo con sus tres lugares es un paralelismo con el ser humano. Somos seres tripartitos. Espíritu, alma y cuerpo.
Lugar santísimo– Espíritu
Lugar santo – Alma
Atrio – Cuerpo

En el atrio se presentaban los sacrificios a Dios. Con el cuerpo presentamos sacrificio de santidad y servicio a nuestro Dios. Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional (Romanos 12.1).
En el lugar santo se presentaba el sacerdote para ofrecer incienso de adoración plena. El salmista dijo: Aleluya. Alaba, oh alma mía, a Jehová (Salmos146.1).
El lugar santísimo estaba la plenitud de la presencia de Dios. En nuestro Espíritu esta la plenitud de la presencia de nuestro Creador a través del Espíritu Santo.
¡Al momento de ser llenos del Espíritu Santo, el espíritu motiva al alma que alabe a Dios con la expresión del cuerpo!

¡La casa de Dios es casa de oración y de alabanza!
¡Fuimos creados para adorar a Dios!

Parte II. La reparación de la casa

Podemos ver que Josías se ocupó en restaurar la casa. ¿Por qué? ¡Porque la casa estaba deteriorada!
Era necesario que esa casa fuese restaurada para que fuera una casa digna de Dios.
La pregunta es: ¿Cómo está tu casa? Este templo hecho de barro, debe ser una casa limpia y digna de nuestro Dios. ¿Cómo se encuentra en este momento?

Romanos 12.1
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Este templo fue levantado para hacer todo aquello que sea agradable a Dios.
¿Qué es lo que deteriora este templo? ¡Lo que ven tus ojos, lo que oren tus oídos, lo que piensa tu mente, tus acciones, hábitos, dónde pones tus pies, lo que producen tus acciones!

Es posible que este templo necesite ser restaurado, cambio de hábitos, nuevas formas de vida, cambios en la mentalidad, forma de ver la vida, la familia, el trabajo, de tal manera que podamos adorar a Dios en medio de una vida de santidad y obediencia.
¿Cómo puedes asegurar la pureza de este templo? ¡Caminando en la verdad!

2Juan 3-4
3. Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad.
4. No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.

¡La verdad nos aleja del deterioro del templo!

Quiero explicarte esta verdad por medio de la historia de Jacob.
Recordamos que Jacob quiere decir usurpador, este hombre, hermano de Esaú, su vida fue un desastre total hasta que vivió una reforma plena al tener un encuentro con Dios.

Jacob, el usurpador salió huyendo de su hermano debido a la mentira y el engaño. Llegó con su tío y de nuevo su vida se convirtió en una falsedad. Pero llegó el momento en que las cargas de su vida deteriorada era tan pesada que no podía más con ella. ¡Necesitaba una reforma!

Llegó el momento de regresar a casa, pero sabía que en el camino se encontraría con Esaú, su hermano irritado por su conducta pasada.
En lugar de confrontar su situación real tomó la actitud del “Jacob” enviando a uno de sus siervos con regalos para apaciguar la ira de su hermano. Al no regresar el primero, envío el segundo, cuando no regresó, envió el tercero diciendo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le seré acepto (Génesis 32.20).

Aquella noche algo pasó, su corazón fue confrontado, la historia dice:
Génesis 32.22-23

22. Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.

23. Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.
¡Jacob se quedó solo!

Las batallas personales se pelean en lo íntimo. Nuestro peor enemigo no es el diablo, somos nosotros mismos. Este enemigo lo debemos vencer nosotros en una lucha a solas con Dios. ¿Qué hizo Jacob?

En primer lugar:
1. Detuvo su loca carrera.
2. Se quedó solo.
3. Se levantó. Accionó. Tomó una decisión sabía.
4. Buscó una solución en la mejor fuente, en Jehová su Dios.

¿Qué continuó haciendo Jacob?
Génesis 32.24-26
24. Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
25. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
26. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.

¡Luchó! Peleó por la bendición.

¡Tomó riesgos! No importó lo que pudiera pasar. Pero necesitaba la bendición de Dios.
¡No te dejaré! Jacob sabía que ese era el momento de la bendición, sabía que no podía dejarlo ir.

¿Qué bendición quería Jacob? Tenía cuatro mujeres, varios hijos, muchos bienes materiales, ¿Qué más quería? ¡Un cambio de vida!
¿Cuál fue la respuesta de Dios?

Génesis 32.27-32
27. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
28. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Cuando luchamos con nosotros mismos, nuestra fe crecerá para ver la gloria de Dios.
¿Cuál es tu nombre? ¡Esta era una confrontación personal! El ángel estaba diciendo: ¿Entiendes quién en realidad eres?

¿Sabes quién eres? ¡La victoria inicia cuando puedes reconocer tu condición! Este templo necesita ser reparado.

¡Mi nombre es Jacob! ¡Soy un usurpador, son un mentiroso!
No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. No serás más un Jacob, serás un Israel.
Is – Hombre
Ra – Príncipe
El – Dios

¡Hombre príncipe de Dios!

¡El templo había sido reformado!

Te pregunto: ¿Cuál es tu nombre?

¿Temeroso? ¿Derrotado? ¿Enfermo? ¿Atado?

¡Hay esperanza! El templo será restaurado por la presencia de Dios en tu vida.

29. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
30. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.
31. Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera.
32. Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.

¡Declárame ahora tu nombre! Jacob nunca perdería el contacto con su Dios.
Jacob le puso nombre a aquel lugar: PENIEL, casa de Dios. Debemos correr a la casa de Dios, este es un compromiso serio con lo que Dios ama, aborrecer lo que Papá aborrece, involucrarte en cada evento que glorifica a Dios.
Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera.
Después del encuentro en Peniel, Jacob estaba cojeando de su cadera. ¡Había sido marcado!

Ahora su caminar sería diferente, todos verían que había sido tocado por Dios.
¡El templo había sido reparado!

Parte III. La gloria postrera será mayor que la primera
Cuando el pueblo fue llevado cautivo a Babilonia, estuvo bajo el yugo del enemigo durante 70 años. En ese tiempo la casa de Dios quedó destruida. Dios levanta a profetas como Zacarías, Hageo, para animar al pueblo de Dios a repararla.
Dios les muestra que la casa anterior era linda, pero la casa posterior sería mucho mejor.

Hageo 3.3-4
3. ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?
4. Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.
¿Cómo ves tu vida pasada? ¿Cómo ves tu templo pasado? Dios te dice a ti también, es tiempo de trabajar en la restauración de tu templo. Se escucha la voz como un trueno en el cielo:

Hageo 3.6-9
6. Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca;
7. y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.
8. Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.
¡Escucha su voz! ¡Te habla a ti!
¡Te haré temblar de la cabeza a los pies!
¡Vendrá el Deseado a poseerte!
¡Llenaré esa casa con mi gloria!
9. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.

¡La gloria de esta casa será mayor que la primera!
¡Esa casa se llenará de paz!
¡Así dice el Señor tu Dios!
¿Estás listo? ¡Hay que trabajar! Toma el ejemplo de Jacob, persigue tu milagro, arrebata tu bendición!!!

¿Qué quiere decir que la gloria postrera será mayor que la primera? ¡Condición después de la reforma será mucho mejor que la anterior! Tu familia será mejor, tu vida misma será mejor, tu economía será mayor, tu salud, familia, todo, absolutamente todo, será mejor.
Conclusión

¡La reforma de la reparación de la casa es para nosotros! Este es el tiempo para que nosotros podemos ir a tomar las promesas de Dios para nosotros.
Podemos quedarnos como estamos o podemos dar pasos serios hacia esta reforma y trabajar en cambios necesarios en nosotros mismos. No podemos pesar la decisión de hacerlo o no, debemos decir SI y tomar con decisión el avanzar en este proceso de restauración.

Con Amor Oscar y Samy Vergara